“Cierra los ojos y gira completamente, lentamente. Siente o siente la puerta abierta, la que te ofrece tranquilidad, la que te da la bienvenida a un nuevo regreso a casa.
“Camina hasta esta puerta, todavía con los ojos cerrados. Siente la veta del umbral bajo tus pies, el marco de la puerta bajo la palma de tu mano. Siente la vida pulsando al otro lado, ofreciéndose a ti.
“Cuando estés listo, avanza. Respira este aire nuevo. Siente quién eres en este lugar desconocido y profundamente familiar. Siente cómo estás parado, cómo tus pies se sostienen y son sostenidos por el suelo aquí.
“Siéntete acogido, abrazado, en toda tu belleza y timidez, en tu poder y en tu gracia. Siente todo lo que este lugar tiene para ti y contigo.
“Haz esas preguntas que brillan constantemente en tu corazón.
“Aquí están los que surgen de mis labios en este espacio liminal.
«¿Por qué estoy aquí?
“¿Cómo amo de verdad?
“¿Qué es el anhelo de nacer?
“¿Cómo sirvo ahora?
“¿Cómo amo mi mundo ahora?