Máximo Kirchner, figura prominente del kirchnerismo y líder de La Cámpora, realizará un acto en General San Martín, provincia de Buenos Aires, tres días antes del megaevento que celebrará los cinco años de gestión del gobernador Axel Kicillof, con quien mantiene una fuerte interna.
La tensa interna del peronismo argentino se recrudece. Mientras el gobernador Axel Kicillof prepara un multitudinario acto por su quinto aniversario en el gobierno bonaerense en General San Martín, el diputado Máximo Kirchner, líder de La Cámpora, le anticipa una visita a ese mismo distrito tres días antes. La coincidencia no es casual: General San Martín, gobernado por Fernando Moreira y precedido por Gabriel Katopodis (actual ministro de Kicillof), se convierte en el escenario de una clara confrontación.
La visita de Kirchner, anunciada por Leonardo Grosso del Movimiento Evita, se lee como una provocación directa a Kicillof, a quien Kirchner ha criticado duramente. El acto, presentado como una acción para fortalecer el peronismo desde las bases, contrasta abiertamente con el liderazgo del gobernador. La proximidad temporal con la celebración de Kicillof, sumada a la influencia del kirchnerismo y al parentesco familiar de Máximo con Cristina Fernández de Kirchner, potencia la lectura de una demostración de fuerza y una «mojada de oreja» al gobernador. La situación se agrava aún más considerando que Máximo Kirchner ha invitado para el próximo lunes a Cristina Kirchner, Sergio Massa y Axel Kicillof a un diálogo, lo cual indica una escalada en la tensión y la voluntad de resolver – o por lo menos explorar – la situación. El escenario se presenta inestable y la disputa por el liderazgo del peronismo en Buenos Aires parece lejos de resolverse.