Herpes Zóster o «Culebrilla»: La Dra. Verónica Loggia Explica Cómo Enfrentar al «Enemigo que Vive Adentro»

Herpes Zóster o «Culebrilla»: La Dra. Verónica Loggia Explica Cómo Enfrentar al «Enemigo que Vive Adentro»

En una entrevista esclarecedora para nuestro programa, tuvimos el placer de conversar con la Dra. Verónica Loggia, quien nos guio a través de los misterios del herpes zóster, una enfermedad que muchos conocen por su nombre popular, «culebrilla», y que recientemente afectó a figuras públicas como Palito Ortega. Como describió nuestra conductora, es una dolencia que se siente como «el enemigo que vive adentro», una definición que la Dra. Loggia encontró muy acertada.

¿Qué es Exactamente el Herpes Zóster? La Reactivación de un Viejo Conocido

«El herpes zóster es una enfermedad que está causada por la reactivación del virus de la varicela», explicó la Dra. Loggia. La mayoría de nosotros tuvimos varicela en la infancia. Una vez que la enfermedad pasa, el virus no es eliminado por completo. Al contrario, «queda alojado en nuestro cuerpo, queda como dormido, como latente en el sistema nervioso, en nuestras raíces nerviosas».

Este virus puede permanecer inactivo durante décadas. El herpes zóster no es un nuevo contagio, sino el «despertar» de ese mismo virus que ya habita en nosotros, lo que provoca la dolorosa erupción y los síntomas asociados.

El Despertador del Virus: ¿Por Qué Aparece la «Culebrilla»?

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La condición fundamental para que este enemigo durmiente se manifieste es una sola: «la disminución de nuestras defensas o de nuestro sistema inmune». La Dra. Loggia detalló los factores de riesgo más comunes que provocan esta baja de defensas:

  • La Edad: «Después de los 50 años, nuestro sistema inmune empieza a debilitarse gradualmente, es algo fisiológico que nos ocurre a todos». Por ello, a mayor edad, mayor es el riesgo.

  • Enfermedades Inmunosupresoras: Personas que están en tratamiento con quimioterapia, que han recibido trasplantes o que tienen enfermedades que comprometen el sistema inmune.

  • Enfermedades Crónicas e Inmunológicas: Patologías como la diabetes, hipertensión, asma, EPOC, lupus o psoriasis también pueden debilitar las defensas.

  • El Estrés: «El estrés baja las defensas», confirmó la doctora, y todo lo que genere esta disminución puede ser un disparador.

Según estudios, más del 90% de los adultos en Argentina han estado en contacto con el virus, por lo que casi todos «estamos más propensos a desarrollar el zóster».

Las Señales de Alarma: Reconociendo los Síntomas a Tiempo

Identificar el herpes zóster en sus etapas iniciales es crucial. La Dra. Loggia describió un proceso que ocurre en dos fases:

  1. Fase Inicial (Antes de la Erupción): Los primeros síntomas no son visibles. «Empiezan con una sensación de picazón, dolor, hormigueo, una sensación molesta como quemante en algún área de la piel», generalmente en el tórax, el abdomen, la espalda o incluso la cara y el cuello.

  2. Fase Eruptiva: Sobre esa misma zona donde se sentía la molestia, «empiezan a aparecer las lesiones típicas cutáneas, que son esas ampollas o vesículas con el líquido en forma de ramillete, coloradas».

El proceso completo, desde la aparición de las ampollas hasta que se secan, forman costras y la piel sana, suele durar entre dos y cuatro semanas.

El Tiempo es Oro: La Ventana Crítica para el Tratamiento

La recomendación más importante de la Dra. Loggia fue contundente: consultar a un médico de inmediato. «Lo ideal y lo más importante que la gente sepa es que ni bien empieza esa sensación molesta y las lesiones, dentro de las 48 horas de iniciado, vayan al médico».

¿Por qué es tan urgente? Porque en ese rango de tiempo es cuando el tratamiento con antivirales es más efectivo. «El tratamiento precoz es lo que va a evitar la propagación, las lesiones, va a acortar el periodo de contagio y también las complicaciones».

Mitos y Realidades: ¿Tinta China o Antivirales?

Ante la mención de remedios caseros populares como la «tinta china» para «curar la culebrilla», la Dra. Loggia fue clara: «Carecen de eficacia comprobada». Advirtió que estas prácticas no solo no curan, sino que presentan dos grandes riesgos:

  1. Pueden causar infecciones secundarias en la piel debido a los químicos que contienen.

  2. Retrasan el inicio de un tratamiento médico adecuado, que es lo que realmente ayudará al paciente a evitar complicaciones graves.

Las Complicaciones: Más Allá de la Erupción en la Piel

No tratar el herpes zóster a tiempo puede tener consecuencias severas y duraderas.

  • Neuralgia Postherpética: Es la complicación más común e incapacitante. Se trata de un «dolor crónico que puede ser de meses hasta años, muy difícil de tratar y que realmente impacta mucho en la calidad de vida». Hasta un 30% de los pacientes pueden sufrirla.

  • Herpes Zóster Oftálmico: Si la erupción aparece cerca del ojo, «es una urgencia», afirmó la doctora. Puede producir desde afecciones en la córnea y la retina «hasta la pérdida de la visión». Además, por la cercanía con el cerebro, aumenta el riesgo de complicaciones neurológicas como un accidente cerebrovascular (ACV).

La Prevención es la Clave: La Vacunación en Adultos

La mejor estrategia es la prevención. «Hay vacunas que previenen contra el herpes zóster», confirmó la Dra. Loggia. En Argentina, esta vacuna está disponible en el sector privado desde 2023. Se administra en dos dosis y está indicada para:

  • Adultos sanos mayores de 50 años.

  • Mayores de 18 años con riesgo aumentado por alguna de las enfermedades o condiciones mencionadas.

Aunque una persona esté vacunada de niño contra la varicela, el virus salvaje sigue circulando y podría tener contacto con él, por lo que el riesgo de desarrollar zóster en la adultez, aunque menor, no es cero.

En definitiva, la vacunación es la herramienta más poderosa para evitar la enfermedad y, sobre todo, sus dolorosas secuelas.


Para obtener más información detallada y confiable, la Dra. Loggia recomienda visitar la página web: hablemosdeZoster.com. Allí encontrarán respuestas a todas las preguntas, testimonios de médicos y recursos para entender mejor esta enfermedad.