El Arte Cerámico: Un Refugio Cultural en Tiempos de Estrés
En esta sección que acontece, dado el clima de inmenso estrés físico, mental y las problemáticas sociales actuales, donde las malas noticias abundan y se reiteran continuamente, generándose en los ciudadanos una sensación de hastío en vísperas de «felices fiestas», donde la gente siente que todo es más de lo mismo, debo decir que existen excepciones a la regla como derecho. No todo es lo mismo y no todo está perdido. Es así que vale la pena destacar en nuestro distrito sanmartinense al Espacio Municipal Cultural Ballester (calle Vte. López 2940), Galería de Arte, donde se podrá presenciar hasta el sábado 22 de febrero de 2025, durante todo el día, de lunes a sábado, el 63° Salón Anual Internacional de Arte Cerámico.
Este tipo de arte tan singular, que es milenario desde sus orígenes, entraña historia, usos y costumbres con raigambre, creatividad, ritmo, colores, texturas visuales como táctiles, tramas superpuestas que generan formas variadas, como la laboriosidad hecha arcilla en múltiples expresiones, hasta incluso en piezas de ajedrez, donde lo atípico se hace visible en un tablero, como si fuese mágico, donde dos bandos de rostros parecerían enfrentarse originalmente.
Para el público más tradicionalista, existen obras que reinterpretarían el arte precolombino totemico en tonos cálidos, naturales, que se asemejarían a tiempos milenarios que aún se conectan con la amada cultura latino-centroamericana. Luego, pasando a otro tipo de obra en la galería, desde una perspectiva artístico-histórica, con una llamativa obra contemporánea en su temática, que se asemejaría a un muro de ladrillos celestes y blancos como bandera con sol argentino, donde lo que parecería ser una bandera nacional evocaría sucesos de nuestro país, tales como: la educación pública y gratuita, el lema del colectivo feminista y defensor de derechos «Vivas y libres nos queremos», el Congreso Nacional, San Martín prócer, La Asociación Madres de Plaza de Mayo, etc. Todo esto simbolizaría la construcción democrática patriótica de nuestro país.
En definitiva, la muestra deja entrever que todo arte, incluso el cerámico, es movimiento, historia sociológica, psique, derechos colectivos (expresarse en libertad es un derecho humano) y acción política que muta con el tiempo acorde a las demandas sociales de nuestro tiempo, y donde, claro está, la catarsis creativa humana se convierte en saludable como productiva de mensajes, donde todos los ciudadanos, seres de derecho, somos partícipes explícita como implícitamente, donde generamos saberes culturales. Y claro está, nos convertimos en protagonistas junto con las obras y damos así fuente de vida desde cada uno de nosotros.
(AUTOR: Mónica Russo, periodista. 27/12/24)